Desde hace décadas, los cristales Swarovski® son sinónimo de calidad. La firma de origen austriaco es la más prestigiosa a nivel mundial si nos ceñimos a la fabricación de cristales. Con un papel protagonista en el mundo de la joyería, Swarovski se ha expandido para conquistar otros mercados.

• ¿Qué son realmente los cristales de Swarovski?

Las joyas creadas con cristales Swarovski tienen una calidad contrastada y aún así son asequibles a todos los bolsillos, esto hace que estén presentes en casi todos los joyeros. Aunque Swarovski tienen su propia linea de joyas, su principal fuente de ingresos es la venta de cristales para que otros fabricantes los incluyan en las piezas de sus colecciones.

Cristales Swarovski de varios colores
Cristales Swarovski de varios colores

El colorido de los Swarovski Elements es otro de los puntos claves cuando hablamos del éxito de esta firma. Las piedras preciosas y semipreciosas al ser más difíciles de encontrar tienen unos precios más elevados y además su colorido es más limitado. Con el paso del tiempo Swarovski ha ido introduciendo en sus productos una amplia gama de colores con diferentes grados de transparencias e intensidad.

Los cristales tallados están inspirados en joyas de grandes diseñadores.  La fábrica principal está ubicada en la localidad austriaca de Wattens y para su elaboración se emplea una mezcla de arena, cuarzo y otros minerales. La fórmula exacta es uno de los secretos mejor guardados de Swarovski.

No se trata de piedras, son vidrios con una base de óxido de silicio y plomo. Se funden a altas temperaturas y el plomo es el culpable del aspecto diamantado de estos cristales.

Para conseguir estas tonalidades lo que se hace es añadir algún elemento al cristal, normalmente algún gente químico para que durante la elaboración quede fijado ese color y de alguna manera quede pintado desde dentro. La técnica de adición de iones es una de las más empleadas y se trata de pequeñas partículas que reaccionan con el cristal cuando este está en estado líquido.

Dependiendo de la cantidad de iones (suelen ser partículas de elementos como el azufre o el titanio), el tono y la intensidad van variando y así se puede conseguir una variedad casi infinita de colores. Para crear piezas más especiales se pueden utilizar compuestos de plata u oro y si se quiere ahumar el cristal se le pueden añadir óxidos durante el proceso.

Los colores que se consiguen son más vivos y no se alteran con el uso o el paso del tiempo. Cuando se talla el cristal ya tiene el color final, y el acabado es mucho mejor, además aumenta el brillo de manera exponencial.

Además, se mejora el brillo de manera considerable. ¿Cómo lo sabemos? Muy sencillo: Swarovski, el gran referente en el mundo de los cristales, lo hace así. En parte, ese es su secreto para conseguir cristales de colores con tanto brillo.

Estos cristales destacan por su luminosidad, consecuencia de una técnica de tallado en la que se crean varias capas superpuestas. Además, con el paso de los años han ido innovando y han patentado tallas únicas y diferentes acabados como pueden ser el efecto irisado o el de aurora boreal.

• ¿Cómo reconocer un cristal Swarovski auténtico?

A diferencia de lo que sucede con las piedras preciosas que cada una es distinta, los cristales Swarovski son completamente uniformes.Todas las piezas tienen unas medias exactas con el mismo ancho, largo e inclinación.

etiqueta swarovski elements que acompaña a todas nuestras piezas
Etiqueta Swarovski Elements

Esto es consecuencia de la famosa y única forma de tallar que tiene el fabricante austriaco. Se calcula la dirección de la luz reflejada en cada faceta del cristal y se introducen todos los datos en un programa informático para que finalmente sean ejecutados por una sofisticada maquinaria.

También hay que fijarse que la etiqueta que  que acredita que esa joya está montada con auténticos cristales Swarovski. La original tiene el logo pertinente y añade un holograma plateado con el dibujo de una montaña y un número de serie exclusivo de cada pieza.

En esta etiqueta también figura la firma del fundador de la marca Daniel Swarovski, el año de su fundación que es el 1895 y se especifica que Swarovski también es proveedor de cristales sueltos para otras marcas de joyería.

• Daniel Swarovski, el fundador.

Probablemente estemos ante los cristales más famosos del mundo y nos parece interesante explorar los inicios de una de las empresas joyeras con mejor reputación en el panorama internacional.

El fundador de esta empresa llamado Daniel Swarovski nació en el año 1862 en un pueblo de las montañas de Bohemia perteneciente al por entonces Imperio Austro-Húngaro.

El joven Daniel Swarovski

A todos nos suena el “cristal de Bohemia” y eso se debe a que en esta zona las fábricas de cristal gozaron siempre de gran tradición y prestigio antes incluso de que estallase la denominada Revolución Industrial.

El progenitor de Daniel era propietario de un taller de vidrio donde se confeccionaban joyas y otros tipos de utensilios pero que destacaba en nada del resto de talleres locales.

El sueño del joven Daniel era ser músico y su gran pasión era tocar el violín pero la vida no siempre toma los derroteros que uno desea y su familia lo envió a París a estudiar la carrera de ingeniería.

En esa época se empezaron a crear imitaciones sintéticas del diamante y pronto los conocidos como Strasses (diamantes de imitación) adquirieron una gran fama y empezaron a ponerse muy de moda entre la población. El nombre des estos “falsos diamantes” fue tomado de un joyero del siglo XVIII llamado George Frederic Strass que se dedicaba a crear falsos diamantes a partir de cortes de cristal con los que intentaba timar a sus potenciales clientes.

Inspirado en la Feria Mundial Electrotécnica del año 1883 y en las innovaciones allí presentadas, Daniel comenzó a trabajar en el que sería su primer gran proyecto. Tras nueve años de trabajo consiguió patentar una máquina eléctrica capaz de trabajar con grandes cantidades de cristales y de diamantes de imitación

Tras este invento emprendió una empresa centrada en el mundo de la joyería y su producto estrella eran los diamantes de imitación y los vidrios. En concreto los “diamantes” se creaban partiendo del cuarzo transparente e incoloro y el resultado final causó sensación entre la gente de la época.

• Las increíbles creaciones con cristal Swarovski.

Cuando se combinan estos llamativos cristales con la imaginación desbordante de algunas personas los resultados no dejan a nadie indiferente. Desde un inodoro personalizado con miles de cristales hasta una figura de Mickey Mouse valorada en 9000 euros. Hace cuatro años, una estudiante rusa ubicada en Londres cubrió por completo la carrocería de su Mercedes plateado con más de un millón de cristales.

Los hermanos Stevenson son muy conocidos por dar una nueva vida a objetos antiguos y cotidianos utilizando cristales Swarovski. Destaca un caballo de madera mecedor realizado con 82.000 cristales que alcanzó un precio de 100.000 dólares en el mercado. Entre sus creaciones también se encuentra un unicornio e incluso una cebra.

• Swarovski en la meca del cine.

El vínculo de la firma austriaca con Hollywood y con el mundo del cine en general es algo que lleva existiendo durante décadas. El la producción de innumerables películas han trabajado conjuntamente con encargados de vestuario y escenografía para crear trajes, joyas e incluso decorados.

Nicole Kidman con un modelo de Swarovski en Moulin Rouge
Nicole Kidman en Mouline Rouge

El los primeros compases del cine no existía el sonido y la tenía una importancia aún más capital. Tanto los cristales como los espejos eran elementos visuales esenciales para crear todo tipo de efectos. A principios del siglo XX, estrellas del cine de la talla de Pola Negri o Theda Bara lucían espectaculares vestidos adornados con cristales. El el film de 1934 La emperatriz escarlata la actriz Marlene Dietrich  resplandecía en pantalla con un espectacular vestido cubierto de cristales mientras que Mae West hacía lo propio en la película de 1933 titulada No soy un angel.

Las colaboraciones de Swarovski con el mundo del cine son tan frecuentes que incluso se han creado varios equipos que trabajan permanentemente con las productoras de cine en Londres y Hollywood. Nicole Kidman en Moulin Rouge (2001), Natalie Portman en Cisne negro (2010), Keira Knightley en Anna Karenina (2012) o Lily James en La Cenicienta del año 2015 son alguna de las actrices que han lucido modelos confeccionados por la firma de cristales mas importante del mundo.

• Swarovski Crystal World, el museo de la firma austriaca.

En los Alpes, a sólo unos minutos de la ciudad de Innsbruck se encuentra un lugar que brilla con luz propia ya que alberga el museo dedicado a los famosos cristales Swarovski. El éxito del museo es tal que a día de hoy es el segundo más visitado de Austria y Alemania.

Nube de cristales Swarovski suspendida sobre un lago de aguas cristalinas
Nube de cristales Swarovski

La cabeza de un gigante con ojos de cristal reina en una montaña y bajo este coloso se encuentra un espacio totalmente único. En este museo mágico y misterioso nos podemos encontrar un teatro mecánico repleto de autómatas, réplicas con cristales de Swarovski de las obras de arte más famosas de la historia la atracción principal que es el caleidoscopio más grande jamás fabricado que recibe el nombre de “cristaloscopio

Las zonas del museo dedicadas a los mundos del arte y de la cultura se han ampliado en los últimos años. Esta ampliación también a afectado a los espacios dedicados a los espectáculos y también a la zona de tiendas hasta llegar a una superficie total de casi 8 hectáreas. El recinto más grande alberga el nuevo jardín poético, el atractivo principal del mismo es una nube de cristal formada por 800.000 cristales que dan la sensación de flotar en el aire. Un lago de aguas cristalinas situado debajo capta los reflejos de los cristales creando un espectáculo totalmente único con el que se pueden deleitar todos los visitantes del museo. El complejo también cuenta con un espacio de juegos para niños y jóvenes ubicado en una carismática torre.

 

 

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